El Media Lab del MIT

En el Media Lab, del  Massachusetts Institute of Technology (MIT), el concepto de antidisciplinar  (Antidisciplinar, Ortega, A., Diario El País 1/12/2019) se usa habitualmente.

¿En qué consiste lo antidisciplinar? En sacar de la zona de confort a los investigadores y trabajar en lo que no se sabe. Una forma de asegurar la creación de novedades y abordar los nuevos retos sociales. En el fondo se trata de trabajar en temas, materias, áreas de conocimiento nuevas, que están surgiendo entre los límites de las ya establecidas.

Computación afectiva dimensiones éticas de la ingeniería, laboratorios para máquinas sociales, son ejemplos de esas nuevas encrucijadas de campos científicos. Y en todas se tiene en cuenta el concepto de red, de red de colaboración, necesaria para llevar la complejidad de la innovación adelante. La complejidad de los problemas humanos actuales demanda el enfoque antidisciplinar.

 

Las empresas creativas y de base cultural

Estas empresas son ejemplos de un concepto amplio, con más perspectivas,  de la innovación, que va más allá de lo tecnológico, que invade otros territorios. Son ejemplos de innovación en la organización, en la relación con los clientes, en los servicios, en los procesos. Son espacios de creación que aportan algo parecido al sabor de lo artesanal, que tienen unas dimensiones y unos métodos más cercanos a lo personal. Pero que incorporan la dimensión negocio.

‘El trabajo que se realiza tiende a ser una actividad gratificante, divertida, en la que hay retos, aprendizajes, libertad y creatividad’ (EOI-UNED)

Las empresas de ‘la nueva economía’, creativas, de base cultural, de base humana (EOI-UNED) se pueden caracterizar por lo siguiente:

  • Organizaciones poco jerarquizadas, transversales, horizontales.
  • Mucha implicación personal.
  • Las empresas se entienden como nodos de una red
  • Integran al cliente; cercanía con él.
  • El diseño y la creación son tareas fundamentales y ocupan un peso importante
  • Aportan valor en base al concepto de ‘artesanía’, algo trabajado cuidadosamente, con esmero, muy personalizado.
  • Se hacen complejas no por su tamaño sino por sus objetivos y su modo de trabajar, por su forma de atender a los clientes, por su tensión organizativa
  • El fracaso también existe. Casi todas vienen, provienen de una experiencia fallida en el pasado. Demuestran capacidad e interés por el aprendizaje a partir de esas experiencias
  • Se trabaja en equipos, en unidades de negocio. Se trabaja juntos, se produce juntos
  • No todo está bien empaquetado. Hay intersticios, huecos, espacios para las conexiones…improbables.
  • Suele potenciarse, o necesitarse, la polivalencia.
  • El juego, cierto sentido del  juego, y el humor no tienen por qué estar ausentes.
  • Estas empresas se mueven en un equilibrio,  entre el negocio y el espíritu que quieren defender y desarrollar; el espíritu de una dimensión humana del trabajo. Lo cual no deja de generar ciertas tensiones y contradicciones que deben de gestionar.

EOI-UNED. Reygadas et al. Empresas de Humanidades, Sectores de la Nueva Economía, EOI, 2012