Kim y Mauborgne (Kim & Mauborgne, 2000) plantean un método de evaluación de ideas innovadoras basado en la utilidad que la idea aporta al cliente. Consideran el ciclo de vida de un producto (compra, entrega, uso, mantenimiento, eliminación) y el tipo de utilidad que aporta la innovación y así se elabora una matriz de utilidades (Figura). En esta matriz nos hace reflexionar sobre en qué etapa del ciclo de vida de un producto se aporta utilidad al cliente y de qué tipo es esa utilidad.
En esta misma línea de atención a las necesidades del cliente o usuario, ciertas preguntas pueden ser muy útiles para identificar las potencialidades de cada idea (Harvard Business Essentials):
- ¿Dónde creamos la máxima utilidad a los clientes?
- ¿La utilidad es mayor que la de la competencia?
- ¿Qué utilidades le interesan más al cliente?
- ¿Cómo rediseñar la idea para ofrecer utilidad en las áreas que más le interesan?