Escribir es dar una oportunidad al subconsciente. El subconsciente entendido como memoria y actividad mental rica en conocimiento, en emociones, en experiencias. ¿Cómo aflorar esa riqueza? Creando un clima de libertad y sosiego (mental) que facilite, que estimule, que alimente ese afloramiento.
¿Para qué la escritura creativa? Para entender el problema. Para saber que sé de ese tema, cuáles son mis límites, cuales las preguntas importantes y las que no lo son.
La poesía no supone solo contemplar las cosas. Supone entenderlas desde dentro, a través de ellas mismas. No es ver un pájaro, es preguntarse como siente un pájaro (Morgan, 2010, p. 50). Es sumergirse en la realidad para obtener una comprensión diferente, más compleja, de la habitual .
Morgan, C. (2010). What Poetry Brings to Business. The University of Michigan Press.